Esta etapa de la vida en la mujer se caracteriza por la disminución de la actividad de los ovarios y de la producción hormonal que conlleva ciertos cambios en el organismo. Sofocos, fatiga, sudor nocturno o cambios de estado de ánimo son algunos de los trastornos más conocidos. Sin embargo, son menos conocidos los efectos que la menopausia puede ocasionar en la salud bucodental. Hablamos de los más habituales en esta guía.
Un problema cada vez más frecuente es el que causa la medicación para prevenir la osteoporosis, tratamiento habitual para pacientes después de la menopausia. Este grupo de medicamentos llamados bifosfonatos utilizados para frenar la reabsorción ósea excesiva y prevenir complicaciones como las fracturas de cadera, paradójicamente alteran la fisiología de los huesos de la mandíbula y dificultan la cicatrización de esta zona cuando se somete a una paciente a ciertos procedimientos odontológicos de cirugía. Por ello es muy importante que la paciente indique a su odontólogo toda la medicación que toma para que puedan llevarse a cabo todas las medidas oportunas necesarias.
En el caso de sufrir sequedad o ardor bucal, recomendamos potenciar la hidratación de las mucosas bebiendo por lo menos dos litros de agua al día. Y si la situación es extrema, se recomienda evitar los alimentos ácidos o frutos secos como las nueces puesto que aumentan el escozor bucal además de recurrir a las “salivas artificiales”, generadas al masticar chicle después de las comidas, debido a que aumentan la salivación natural y ayudarán a prevenir la caries.
“Extremar los hábitos de higiene y acudir periódicamente al especialista, claves para superar las afecciones bucodentales”
Para aquellas pacientes que sufran un problema persistente, se recomienda utilizar férulas de descarga para los casos derivados del bruxismo, evitar las prótesis removibles –puesto que aceleran la pérdida del hueso- y reponer lo antes posibles las piezas ausentes.
En pacientes que toman bifosfonatos habrá que estudiar cada caso en particular, pudiendo ser necesaria la suspensión del tratamiento medicamentoso o su sustitución incluso 3 meses antes de su tratamiento odontológico.
En todo caso, extremar los hábitos de higiene bucodental, acudir al especialista periódicamente y recibir un tratamiento médico ayudará a superar estas afecciones bucodentales y mejorar la calidad de vida.
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